Desayuno + comida = Brunch
Hoy os queremos hablar del brunch, la fusión de desayuno y comida que está arrasando en las grandes ciudades. Excusa perfecta para reunirse con los amigos toda la mañana y deleitarse con propuestas gastronómicas de lo más variadas, constituyendo ya todo un evento social en las mañanas de los fines de semana. Se sirve, según los lugares, entre las 10 y las 2 del medio día o incluso entre las 11 y las 3 de la tarde.
Al diluir la frontera entre el desayuno y el almuerzo, su horario prácticamente no tiene fin en toda la mañana, adaptándose a las necesidades de cada persona o grupo. Desde los que se han levantado tarde y se han saltado la hora del desayuno, a los que han madrugado tanto que ya a media mañana necesitan un buen plato, los que han salido de fiesta y quieren cerrarla de buenas maneras, hasta los que “simplemente” quedan a tomar el brunch porque les apetece disfrutar de buena comida en excelente compañía o a solas, porque no.
Hablemos un poquito de los orígenes del brunch
La propia palabra esconde su significado. Brunch, fusión de desayuno/breakfast y comida/lunch.
Pese a que su origen no cabe duda de que es anglosajón, algunos defienden que es concretamente en Nueva York donde se originó esta tendencia dada a la gran popularidad de los huevos Benedict acompañados del clásico Bloody Mary. Combinación sin duda proveniente de la Gran Manzana y plato básico si quieres tomar un brunch con glamour. Ciertamente esta es una costumbre muy extendida desde hace tiempo entre la sociedad de Nueva York, como forma original de recuperar fuerzas en las mañanas del fin de semana, tras la fiesta o copas nocturnas, y actualmente tendencia gastronómica habitual en todas las urbes.
Pero está claro que el brunch fue introducido en Estados Unidos por los británicos, cuya primera aparición fue a finales del siglo XIX en Inglaterra donde los domingos el personal de servicio solía tener libre y dejaban listo un buffet con platos que incluían desayuno y de comida, para que se fueran tomando a lo largo del día.
Diferencia del brunch con el clásico almuerzo o tentempié español
Una tendencia reivindicativa clama que en España tenemos de siempre el almuerzo. Y ¡¡Por supuesto!! Pero la diferencia radica en que el Brunch se toma en días festivos, llegándose a convertir en un hábito más de los fines de semana, en el que los amigos se reúnen para disfrutar de este «desayuno tardío/comida temprana» y darse un capricho gastronómico. Pues al ser en días de fiesta, en cuanto a las bebidas por ejemplo, se puede acompañar tanto de zumos, cafés, infusiones, refrescos, vinos, cerveza, como de cóctel, champán, bloody mary o lo que más te apetezca. Solo has de dejar volar tu imaginación.
Y en cuanto a la comida….
El elemento estrella del brunch son los huevos. Tanto escalfados, como revueltos, en tortilla,… y si nos queremos atener a la tradición se podrían acompañar de bacon o salchichas.
Pero lo bueno del brunch es que todo cabe en él, siempre que haya una combinación entre el dulce y el salado. Bollería, fruta fresca, mermelada, crepes, chocolates, embutidos, quesos, patés, platos salados, pinchos, tapas, canapés, sandwiches. A lo que se puede añadir cualquier otra comida típica del almuerzo, carne asada, marisco, ensaladas, sopas, verduras, cremas,….
Lo más atractivo del brunch es la variedad. La Cafetería Oroel de Jaca, en la Avenida de Francia número 37, es el lugar ideal para tomar un delicioso brunch, la salida perfecta en un fin de semana que te levantas tarde o te apetece comer de otra manera, disfrutando sin prisas.