Hoy os proponemos una actividad perfecta para realizar en pequeños grupos, disfrutar de la nieve de una forma diferente, y en rincones donde no llegan las telesillas o los remontes mecánicos. El senderismo invernal con raquetas de nieve.
Tenemos la enorme fortuna de estar ubicados en Jaca, en el centro del Pirineo aragonés, el paraíso para todos los apasionados de los deportes de invierno.
Queremos proponeos dos rutas muy próximas a Jaca y con un nivel de dificultad tan bajo que las hace accesibles para todo el que este habituado a caminar.
La ruta parte desde el aparcamiento del Parque faunístico La Cuniacha, que permanece abierto todo el año, así que la visita a ambos se podría combinar.
El camino comienza siguiendo la pista en ascenso que parte de la entrada al Parque. La pendiente es muy suave y esta zona, por su orientación guarda nieve durante buena parte del año. El paisaje comienza enseguida a abrirse y no tardamos en disfrutar de unas vistas preciosas del Valle de Tena y la zona de Panticosa.
Si el recorrido por la pista se hace monótono, tan solo tenemos que coger cualquiera de los atajos que aparecen marcados durante el recorrido para que el camino se adentre en el bosque y en los barrancos que cruzan el paisaje.
Cuando por fin la pista nos conduce al barranco que hace de entrada al circo de Piedrafita tendremos que desenfundar la cámara de fotos, hemos llegado a uno de los lugares más bonitos del Pirineo. La muralla norte de Peña Telera y el resto de
la Sierra de la Partacua, que envuelven la cuenca del ibón, forman un telón increíblemente fotogénico.
Es el momento de disfrutar de las vistas y de reponer energía con el delicioso PICNIC que habremos encargado en el Hotel Oroel o el Gran Hotel de Jaca. No conviene quedarse fríos, así que lo mejor es comenzar el descenso cuanto antes. La panorámica cambia, ahora frente a nosotros el macizo de los Argualas (con picos de más de 3.000 metros) y el valle de Tena nos acompañan en el camino.
Más exigente que la anterior, la ruta que hemos elegido para acceder al enclave mágico del Ibón de Estanés es la que parte del bosque de Sansanet. Un paraje de cuento que luce espectacular en cualquier época del año.
La ruta, muy bien señalizada, nos conduce por el bosque de hayas de Sansanet hasta salir a una zona de claros. En verano se puede comprar queso aquí, pero esta vez seguiremos ascendiendo en la dirección que indican las señales: Lac d´Estaens. El ascenso se endurece hasta llegar a la muga 292. Límite fronterizo entre España y Francia y atalaya privilegiada sobre los bosques de Somport y el macizo montañoso del Aspe.
Solo llegando hasta aquí la ruta ya habrá merecido la pena, pero el esfuerzo que nos queda es poco, en terreno muy plano, hasta llegar al ibón de Estanés.
El desnivel de la ruta no llega a 600 m. y podemos completar la subida en menos de 2 horas, lo que la convierte en una ruta ideal para disfrutar de una mañana de invierno.
Al regresar a Jaca de cualquiera de las rutas propuestas, seguro que están de acuerdo con nosotros en que merecen un buen homenaje gastronómico, y para eso en Jaca tenemos el restaurante Cobarcho, con la mejor carne a la brasa. ¡se lo han ganado!